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A Diferencia del Tiempo, la Energía Sí la puedes Administrar

Nos han repetido muchas veces que para lograr de manera exitosa un proyecto personal o profesional, debemos dedicarle mucho tiempo. Malcolm Gladwell, famoso autor Canadiense, incluso ha mencionado que las personas deben dedicar 10,000 horas a un mismo tema para volverse expertos en él.

Es cierto, que seamos competentes en un tema requiere que invirtamos mucho tiempo y dedicación en el mismo.

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El problema con invertir mucho tiempo es que el tiempo es un recurso limitado. Al final, a todos nos pasa el tiempo a la misma velocidad.

Para sacar provecho del tiempo, al cual no podemos controlar, debemos aprender a  administrar los recursos que sí podemos controlar.energia-si-la-puedes-administrar

La energía sí la podemos controlar.

La energía es el recurso que aportamos para hacer una actividad de manera más rápida, eficiente e inteligente. Es decir, la energía  que tenemos y que ponemos a una actividad es lo que determina el tiempo que demoraremos haciendo la misma.

Típicamente asumimos que tendremos energía siempre que la necesitemos.

Esto NO es cierto. El potencial que tiene tu energía en un momento está en función de 4 dimensiones que la explotan o disminuyen. Es decir, aunque cuando estás cansado eres capaz de hacer una actividad, seguro que la harías con mayor calidad y eficiencia si estuvieras fresco y descansado.

4 dimensiones que afecta nuestra energía

Las 4 dimensiones que afectan nuestra energía son la física, la emocional, la mental y la espiritual.

Todas son igual de importantes y aquí te explicamos cada una.

La Física

Cubre los aspectos que todos conocemos pero que pocos atienden de manera regular. Es decir, la nutrición, el ejercicio y el sueño.

Está comprobado que las personas que duermen suficientes horas, que comen de manera saludable y que realizan actividad física diariamente, son capaces de estar concentrados en una tarea mental más que las personas que no tienen ese hábito.

Para que puedas tener energía física, necesitas cuidar de tu cuerpo, y la manera de hacerlo es a través de hábitos saludables que te permitan ejercitarte, y comer y dormir bien.

La Emocional

Es difícil mantenerse positivo todos los días y ante todas las circunstancias. Eventualmente enfrentaremos situaciones adversas que nos pondrán a prueba y que aumentarán nuestras emociones negativas. Las emociones de estrés y ansiedad consumen la energía de una persona y merman su desempeño emocional.

Una forma de mantener una energía positiva es a través del agradecimiento. Las personas agradecidas tienden a tener menor nivel de ansiedad y están más en paz con ellos mismos y con lo que les rodea.

“El agradecimiento genera gratitud, que a su vez genera la alegría que causa la paz” Todd Stocker.

La Mental

La energía mental se refleja en nuestra capacidad de concentración. Una persona que no ha trabajado en formas de concentrarse para ser más eficiente, se demora más tiempo del que debería en hacer una actividad.

La manera de crear un hábito que nos ayude a concentrarnos es determinando de manera clara nuestras prioridades y asignando un lugar específico para ellas en nuestra agenda.

La Espiritual

En la medida que nuestro trabajo diario esté alineado a nuestras prioridades personales, nos llenaremos de energía espiritual y a su vez, de realización personal.

Las personas que se sienten realizadas con su trabajo, y que lo disfrutan, son mucho más eficientes para ejecutar sus deberes que aquellas que no lo hacen. Si nuestro proyecto o negocio no está alineado con nuestras prioridades, debemos cambiar su sentido a que obedezca a nuestra escala de valores.

No pongas cualquier negocio ni vendas cualquier producto. Dedica tu tiempo a aquello en lo que, si tienes éxito, te hará sentirte realizado.

La Energía es el Motor del Desempeño

La energía es el motor de nuestro desempeño y la podemos explotar o mermar con nuestros hábitos diarios. En la medida que entendamos aquellas actividades que nos generan una energía positiva, y que los repliquemos de forma consistente, entonces seremos capaces de aprovechar el recurso finito más importante que tenemos: El tiempo.

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