Las Caras del Dinero

El dinero tiene muchas caras. La gente entiende el dinero de muy distintas formas. Las que siguen son algunas de las formas más comunes que la gente tiene de ver el dinero.  Como Seguridad. Se puede pensar en el dinero como una capa protectora que te separa de un mundo cruel y deshumanizado. Sin dinero, caes en medio de una jauría de lobos, allí donde van los perdedores. Sin dinero, no eres capaz de controlar tu destino o de resguardarte de esa gente cruel que no duda en golpearte.  La sabiduría convencional dice que si tienes un buen equilibrio bancario y una carrera estable, tienes seguridad.

Estás protegido. Entonces tienes algo en que basarte a la hora de combatir sentimientos como la soledad o las preocupaciones. En un mayor o menor grado, podrás controlar a los demás y obligarlos a que hagan lo que tú quieres que hagan. Incluso tu salud se ve, hasta cierto punto, afectada por tu capacidad para conseguir una buena calidad de cuidados sanitarios. Con dinero, si algo va mal, tienes para comprar lo que haga falta para solucionar el problema. Contadores, abogados, médicos, terapeutas, todos ellos cuestan dinero. Desde este punto de vista, el dinero se traduce en seguridad.

Como un problema. Hay ocasiones en las que, cuando piensas en el dinero, lo ves como un problema. Esto te hace preocuparte. Te preocupas por cómo conseguir más y por cómo no perder el que ya tengas. Para la mayoría de la gente, pensar en el dinero es pensar en problemas.  Este punto de vista, aunque dominante, no es el más acertado. El dinero, por su naturaleza, no es problemático. Además, tratar el dinero como un problema no nos lleva a ningún lado. El preocuparse por el dinero conlleva crear una tendencia de opinión negativa, autodestructiva, basada en la codicia y la tacañería. Esta perspectiva no sólo es falsa, sino que es contraproductiva. Definir al dinero como problema lo convierte en problema, y cuando se ve el dinero de forma negativa, éste se convierte en algo más difícil de alcanzar. En sí mismo y por sí mismo, el dinero no es un problema ni necesita ser visto como tal.

Como poder. En nuestra sociedad, la gente que tiene dinero parece imponer respeto, lealtad y sumisión. En otras palabras, el dinero significa poder. La gente con dinero tiene un aura de independencia: pueden hacer lo que quieren, cuando quieren y con quien quieren. La gente adinerada tiene la posibilidad de comprar cualquier cosa que deseen. ¿Una nueva lavadora? No hay problemas. ¿Un equipo de música mejor? Aquí está el cheque. ¿Una casa más grande? Mañana la buscamos.  Desde esta perspectiva todo tiene un precio. Incluso los amigos, el matrimonio y la intimidad tienen uno bastante alto. Aunque el amor y el compañerismo no están directamente relacionados con el dinero, un mínimo grado de solvencia financiera es necesario para ponerte en situaciones en que puedan surgir. La persona con dinero no debe estar ocupada en si puede o no comprar el poder. La persona con dinero ordena al poder que afecte a otros.

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