Una perfecta combinación de creatividad e innovación la realizada por la empresa andaluza Vegasud quienes han desarrollado el primer vino espumoso que se obtiene de la fermentación del zumo de naranja natural y que se comercializa bajo la marca de Burnarj.es.
La empresaria andaluza María Dolores Jiménez Aguilar es promotora de esta original e innovadora iniciativa empresarial, un espumoso “con sabor andaluz” como le gusta denominarlo.
Este es un ejemplo claro de creatividad donde aplicamos las técnicas y procedimientos para la elaboración de un producto a otras variedades, es decir, la elaboración de Burnarj es similar al empleado por los bodegueros para la producción de cavas y champagnes. Burnarj es un espumoso de naranja natural, sin agua añadida, obtenido a través de una doble fermentación, igual que los espumosos tradicionales. Lo único que cambia es la materia prima, muy abundante en la Vega del Guadalquivir donde se ubica la empresa.
Sencillamente fantástico, el mismo procedimiento, la misma técnica, pero distinta materia prima.
Hay que insistir en los procedimientos creativos, en la contaste necesidad de formular y reformular las preguntas, ¿Qué otros usos le puedo dar a esta maquinaria? ¿qué puedo obtener de la naranja además de los tradicionales zumos, refrescos, jarabes, licores o similares? ¿cómo aprovechar la abundante materia prima de la zona? ¿puedo hacer vino con otra materia prima? ¿puedo hacer cava con otra materia prima? ¿puedo hacer zumo con otras materias primas?.
Ahora, gracias a esta iniciativa, conviene hacer otra serie de preguntas, si de la naranja han obtenido un cava, ¿qué otras frutas serían susceptibles de generar un cava original en color, sabor, aromas?… Otra pregunta un poco más difícil, si de un procedimiento tradicional, con siglos de historia, lo han aplicado a un fruto totalmente distinto, es decir, en vez de utilizar la uva han utilizado la naranja ¿qué otros procedimientos o técnicas tradicionales, o no tan tradicionales, podría utilizar para otras materias primas distintas?.
